Historial

私の物語

Quiero enseñar porque siempre lo he hecho, desde niño y adolescente, ayudando a los compañeros del colegio y la universidad. O incluso mis hermanas, como en una tarea de resumir un texto. O mi madre en sus dudas sobre las tareas de mejora en el banco.

En 2016, fui docente de creación de narrativas fantásticas en la Casa de Cultura São Mateus, de la Secretaría de Cultura del Ayuntamiento de São Paulo; y profesor asistente de la USP Leste, en una carrera de pregrado en literatura, cine, fantasía y cultura pop, cuando corregí más de 100 pruebas y trabajos para estudiantes universitarios.

A finales de agosto de 2018, pasé una semana con una familia alemana en su finca en el interior de Paraguay. Allí me pidió espontáneamente una niña alemana de 10 años que la ayudara con sus tareas escolares… ¡y me gustó mucho sentirme útil para ella!

Aunque mi primera carrera fue Ingeniería, en la USP mi pasión y mayores talentos siempre estuvieron en las Ciencias Humanas, principalmente Literatura, Idiomas, Letras y Artes. Entonces, terminé licenciándome en Periodismo, para poder dedicarme de una vez por todas a escribir, incluida la necesidad de aprender y utilizar mucho inglés y español en la práctica y a la fuerza.

Oriental

El japonés es una misteriosa herencia familiar, de mis abuelos paternos, aunque prácticamente nadie en mi familia habla japonés, porque intentaron adaptarse y sumergirse en las costumbres y el idioma de Brasil.

Sólo un tío prácticamente acabó viviendo en Japón casi toda su vida, y llegó a dominar no sólo el italiano sino también el japonés, lo que fue una gran inspiración para mí.

Terminé decidiendo cada vez más que debía rescatar esta tradición familiar, tan fascinante y desafiante, conectada a una cultura tan diferente, educada y mágica, estimulada también por las oportunidades que tuve de vivir en Japón en dos ocasiones, entre 2004 y 2005, para trabajar. en fábricas (y viajando y fotografiando mucho para una exposición que luego hice en la USP); y en 2008, como becario de la Universidad de Tsukuba, cuando también tuve la oportunidad de viajar para visitar los museos de manga y anime del reconocido Osamu Tezuka, en Takarazuka, Hyogo-ken, más al sur de Japón; y el museo Studio Ghibli de Tokio, de Hayao Miyazaki, fallecido este noviembre de 2018… 10 años después de mi visita.

Al final, me sumergí cada vez más en esta lengua del País del Sol Naciente, ya sea en cursos de la Alianza Cultural Brasil-Japón o con profesores privados, como mi amigo Frank Honda y el profesor de japonés Yasuyo… preparándome para exámenes de dominio del idioma japonés, amplio o específico de kanji!… Además de charlas con mi tío Sérgio, mi amiga japonesa Yumiko Murakami, y hasta japoneses que conocí en Córdoba, Argentina o Barcelona, ​​España!

Ahora… ¿qué tal si conocemos el origen de mi lema, Japonés Creativo?